Mi Princesa ~ Capitulo 2: Preparando a la princesa



Capitulo 2: Preparando a la princesa

El camino al castillo era largo y al estar Elise enojada, se le hizo eterno el viaje. Aun no lograba entender, como aquel chico no supiera quien era. Y aunque apenas lo conocía y ni siquiera sabia su nombre, ya le empezaba a caer mal. Pero en el fondo, aunque lo quisiese negar, sentía curiosidad por él.
Entro en el castillo, y todos los que se encontraban presentes, quedaron asombrados por al ver el aspecto de la princesa. Nana, al escuchar como había llegado la princesa, bajo corriendo las escaleras a su encuentro.
- Mi niña, mi princesa, ¿pero que le ha pasado?- le pregunto muy preocupada
- ¡Oh Nana! Hoy no ha sido uno de mis mejores días
- Venga mi princesa, no podemos dejar que la vean así
La abraza colocando una manta para que no la vieran y subieron rápidamente a la habitación.
Era una habitación enorme, las paredes eran de color blanco con terminaciones doradas. En el techo estaba dibujado el cielo celeste con algunas nubes y el piso era madera alfombrada. La cama era enorme, cubierta de seda de distintos colores y muchos almohadones bordados con hilos de oro. Su armario, lleno de vestidos, zapatos y joyas, muchas piedras preciosas. Cualquier chica desearía tener una habitación así.
Elise, se desvestía y le contaba lo sucedido a Nana, quien le preparaba un baño caliente para que se pudiera relajar. Nana se sorprendió al oír lo que había sucedido aquella tarde.
- Es extraño que no la conociera-comento Nana mientras le enjabonaba la espalda
- ¡Lo se! Si estaba en el reino, debería conocerme
- ¿Y no sabe su nombre?
- No, no me lo dijo, ¡y tampoco quiero saberlo!-dijo molesta- ¡Me cae mal!
- Tranquila princesa, no querrá estresarse antes de su fiesta
- No se si aun quiera ir, no estoy de ánimos- le dijo con voz triste
- Mi princesa, usted tiene que ir al baile. ¡Va a elegir a su prometido!
- Si se Nana, pero no quiero ir- dijo desganada
- No defraude a sus padres. Ellos se han esmerado mucho en su fiesta
- Eso es cierto- dijo en voz baja, casi para si misma
- ¿Entonces, ira?-pregunto esperanzada
- ¡Si!- dijo decidida- No voy a permitir que ese chico me arruine mi gran noche
- ¡Esa es mi princesa!
Nana paso toda la tarde arreglando a Elise. Llevaba un vestido blanco, ajustado en el torso y ancho bajo las cadera. Era un vestido sin mangas, y con pequeños diamantes en el torso. La falda era de tul, con brillantes en distintas partes. Era un precioso vestido. Lleva zapatos de tacón pero no muy alto, plateados. Las joyas no faltaron. Tenía una gargantilla de diamante muy fina y unos pendiente a juego con el collar. Mientras se ponía sus guantes de seda blancos, Nana terminaba de arreglarle el cabello. Tenía una parte toda con un broche plateado y el resto suelto dejando que sus rizos dorados cayeran por su pecho. Se puso su tiara, de muchas piedras preciosas y se levanto de su asiento. Ya estaba lista.

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