¡No me Olvides! ~ Capitulo 5

Capitulo 5

A la mañana siguiente de su visita, Gabriela empieza a mover sus ojos, y lentamente los abrió. Lo primero que vio, fue la luz cegante del tubo fluorescente que había encima de ella. Cerró sus ojos un poco y trato de que la luz, la dejara ver. Al poder ver nuevamente, miro a todos lados confundida, todo en ese lugar era blanco, y olía a limpio, no entendía que pasaba. “¿Dónde estoy?”, pensó, “¿Qué me paso?”. Su mente estaba completamente en blanco, no recordaba nada. Ningún lugar o persona, ni nombre o cosa. Sus recuerdos se habían borrado. Se sentó lentamente en la cama, pero apenas podía, le dolía mucho el cuerpo, y las agujas que tenía clavadas en sus brazos, no le hacía mucha ayuda. Se quedo, nuevamente acostaba.
- ¿Aló?- grito- ¿Hay alguien aquí?
En ese momento entra una enfermera, y al verla despierta, sale inmediatamente de la habitación, para avisarle al médico. Gabriela estaba cada vez más confundida. No reconocía a la joven. ¿Quien era? Unos minutos más tarde, entra un hombre de unos 60 años, bajo y algo regordete, cabello blanco como la nieve, ojos verdosos, con arrugas en su cara y con una bata blanca y un estetoscopio colgando del cuello. Su rostro tenía aspecto amigable, pero aun así a Gabriela, le dio un poco de miedo.
- Hola- dijo él con una sonrisa en el rostro- ¿Cómo te sientes?
- Bien, aunque me duele un poco la cabeza- respondió tímidamente y aun tratando de sentarse.
- Ven, te ayudo a sentarte- le toma las manos y con cuidado, la sienta en la cama.
- Disculpe, ¿Quién es usted?- pregunto temerosa por la respuesta.
- Soy tu doctor, me llamo Sergio Salinas
- ¿Doctor? -asintió- ¿Qué hago yo aquí?
- ¿No te recuerdas?-pregunto confundido.
- No, lo último que recuerdo es haberme despertado hace unos momentos, ¿Qué me paso? 
- Te atropellaron hace ya un mes y quedaste en coma, y al parecer tienes amnesia.
- ¿Amnesia?
- Si, perdiste todos tus recuerdos. Deja llamar a tus padres y te sigo explicando.
- Esta bien.
El médico salió y llamo a los padres, quienes se alegraron muchos con la noticia. Volvió junto a Gabriela y le explico un poco más que era la amnesia y le dio un poco de información sobre ella.
Ella estaba muy confundida. Según lo que dijo el médico, tenía un tipo de amnesia que le hacía olvidar todo lo que había vivido antes del accidente. También le dijo que era probable que quizás su memoria nunca volvieran. A la media hora, llegaron sus padres. Antes de que pudieran volver a ver a su hija despierta, les dice:
- Su hija está en perfecto estado físico, pero me temo que perdió su memoria.
- ¡¿Qué?!- dijeron ambos a la vez.
- Sufre de amnesia retrograda, perdió todos sus recuerdos de antes del accidente.
- ¿Se pueden recuperar?- pregunto Belén en busca de una solución.
- No se sabe.
- Ok- dijo Eduardo desanimado- ¿Podemos verla?
- Claro- respondió abriéndoles la puerta.
Entran, y al momento de verlos, los saluda.
- Hola- dijo sonriente como siempre.
- Hola- contesto Eduardo acercándose a ella- ¿Sabes quienes somos?- lo negó con la cabeza
- Nosotros somos tus padres- respondió Belén tomándola de la mano- Yo me llamo Belén, y él es Eduardo.
Se quedaron en silencio. Gabriela quería decir algo pero no sabía qué.
- Te hemos cuidado desde siempre- continuo el padre-, y más ahora. Tu hermano te extraña mucho, nos ha dicho que quiere que vuelvas. Puedes preguntarle a cualquier persona de aquí, y te va a decir que es verdad.
Un silencio incomodo invadió la habitación, pero ella lo interrumpió.
- ¿Un hermano?
- Si, se llama Ignacio y te quiere muchísimo.
- ¿Nos recuerdas?-pregunto la madre ilusionada.
- No, pero en mi interior se que los conozco, además, si no fueran mis padres no se preocuparían tanto por mí.
 Sus padres se emocionaron mucho al oír esto y fueron a abrazarla. Al principio, Gabriela se sintió extraña, pero al final, los abrazo igual. Era un momento muy bello.
- Lo siento, ¿interrumpo algo?- pregunto el médico después de unos minutos.
- No se preocupe, ¿Qué sucede?
- Solo les quería decir que le vamos a hacer unos exámenes y si todo sale bien, se podrá ir mañana.
- ¡Gracias!- dijo aliviada Belén.
- Eso sí, cada cierto tiempo tendrá que venir para ver cómo va todo, no queremos que algo salga mal, mejor prevenir que lamentar.
- ¡Claro! Gracias por todo, doctor.
- No hay que agradecer- dijo humildemente.
Sale nuevamente de la habitación, y los tres quedan solos otra vez.
- Más tarde, vamos a llamar a tu hermano- dijo Belén
- ¿No lo pueden llamar ahora?-pregunto algo triste
- No, corazón- respondió su padre cariñosamente- Esta en clases, pero de seguro se alegra mucho cuando le digamos- ella sonrió al oír esto.
Siguieron conversando y contándoles sobre su vida, sus amigos, familia, estudio, todo, menos de su novio, Daniel. Ellos querían que se olvidara de él y esta era la oportunidad perfecta. A las 15:30pm, llamaron a Ignacio que, como dijeron sus padres, se alegro mucho y no tardo en llegar donde su hermana.
- ¡Gaby!- dijo mientras se acercaba a ella y la abrazaba, quedo muy extrañada.
- Él es tu hermano- dijo Eduardo y ahí entendió.
- ¿Por qué le dicen quién soy?-pregunto confundido.
- Perdió la memoria.
- ¡Oh!, bueno, no importa- dijo sonriente- Yo te voy a ayudar a recordar.
Conversaron, rieron y pasaron un agradable momento junto. Ese día, no recibió la usual visita de Daniel, ya que él pensaba los padres se molestarían por su comportamiento el día anterior. Pero, Gabriela al no recordarlo, no le importo, aunque en su interior, sentía que le faltaba algo, pero no sabía qué o quién. Le hicieron varios exámenes durante el día y en la tarde les dieron los resultados: no había nada malo en ella.
En la noche, sus padres y hermano, se despidieron y le dijeron que la vendrían a buscar en la mañana. Se acomodo en ese duro colchón y blanda almohada, he intento dormir. Aun pensaba en eso que le faltaba. Ella sabía que su corazón no estaba completo, una parte de ella le faltaba, pero estaba muy cansada como para pensarlo y se durmió.

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