Mi Princesa ~ Capítulo 5: Conociendo a la familia

Capítulo 5: Conociendo a la familia

Al día siguiente de esa maravillosa noche, todos en el castillo ya sabía la noticia. Elise había ido junto a Alexander a donde los reyes a contarle la noticia. Ellos estaban emocionados, y ni hablar de Nana, que casi no aguantaba las lágrimas. Ella sonreía, los reyes sonreían, Nana sonreía, pero aunque Alex también lo hacía, en su interior sentía su opresión, pero trataba de disimularlo.
Elise estaba sentada en el tocador, mientras que Nana la peinaba. Estaba emocionada de conocer a los padres de su futuro esposo, sus suegros. Llevaba uno de sus mejores vestidos, y sus mejores joyas. No paraba de sonreír y le dolía el estomago de los nervios.
- Ay, Nana, ¿no es bella la vida?- dijo suspirando- Que linda es el mundo, que lindo es el amor. ¡Todo es perfecto!- grito
- Mi niña, si que esta feliz con esto del matrimonio.
- ¡Sí! ¿Cómo no voy a estarlo? Tú mejor que nadie sabe que lo que más quería en la vida era encontrar el amor, ¡y ya lo hice!
- Si...-dijo con tono melancólico
- ¿Qué pasa?- pregunto dándose la vuelta para verla a la cara.
- Es que estas creciendo, y ya no me vas a necesitar...- suspiro
- Siempre te voy a necesitar, sabes que yo no sirvo mucho- se rió- Así que cuando me case y me vaya, tú te vas conmigo
- ¿En serio?- se emociono
- Claro, ¿quien me va a ayudar cuando tenga que cuidar a mis hijos?- y sonrió.

Ya estaban sentado en la mesa Alex, y sus padres, Rosalie y Clement. Alex estaba nervioso, quería salir corriendo. Se sentía culpable, mal, él no era así, pero sus padres lo obligaba, con algo que a él le importaba mucho. Las puertas se abrieron y entraron los reyes junto a su hija. Ella vio a su prometido y le dio una sonrisa. Le sonrió y corrió la vista, la vergüenza no lo dejaba. Tras las presentaciones, reverencias entre otras cosas, se sentaron a comer.
Elise estaba sentado frente a él, cada cierto rato lo miraba, y varias veces se encontró con sus ojos azules. Quería que terminara luego la comida para poder pasar más tiempo con él y poder conocerlo más.
Rosalie miraba a su alrededor y quedaba maravillada. Todo era tan lujoso y tan fino. Su esposo estaba igual, sentía ganas de tomar algo y llevárselo, pero no lo hizo ya que echaría todo a perder. La madre vía como Elise miraba a su hijo. No le caí bien, le tenía envidia. Elise tenía todo lo que ella había querido siempre y eso le molestaba. La princesa se dio cuenta de que la miraban y no de una buena forma. Estaba asustada.
Los reyes le hacían pregunta a toda la familia Buscemi, como que profesión tenía Clement, o si tenían más hijos. Mientras comían, los reyes tuvieron que retirarse un momento ya que había ocurrido un improvisto- Se disculparon y se fueron.
Tan solo pasaron unos minutos, y llego uno de los meseros con el postre: macedonia. Rosalie arrugo la nariz y  lo empujo con asco.
- ¡¿Qué se supone que es esto?! Pensé haber mencionado que no me gustaban las cerezas.
- A mi no me han dicho nada eso, señora.
- Pues yo se lo dije
- Lo siento señora
- No basta con un lo siento, quiero que me haga otro postre.
- No creo que sea posible, señora.
- ¡¿Por qué?!
- El cocinero esta ocupado en estos momentos y...-lo interrumpe
- ¡No me interesa! Quiero otro postre, ¡ya!
Elise no aguanto más, ¿quién se creía ella para tratarlo así?
- Disculpe, usted no le puede tratar así- la miro sorprendida- Clark, puedes retirarte
- Gracias, princesa- le hizo una reverencia y se fue
- ¡¿Pero qué...?!
- Pero nada, usted es sola una invitada, no quiere derecho de gritar ni mandar a nadie aquí, ¿ok?- se quedaron en silencio- Ahora si me disculpan, me voy a mi habitación. Permiso
Se levanto y camino decidida a su habitación. Estaba enojada, no le gustaba nada la actitud de su futura suegra. Rogaba en su interior que su hijo no fuera igual

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